La
Declaración de Santo Domingo
Nosotros los
integrantes de la organización política Bloque de Avanzada Popular, en la ciudad
de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, declaramos:
I
Hay Tres Grandes Tareas Que Emprender En América Latina
1.
La realización de una revolución económica que mejore la distribución del
ingreso en nuestros países o, lo que es lo mismo, que aumente el salario real de
los trabajadores.
2.
La realización de una revolución cultural que fomente en la gente la
formación de las actitudes sociales básicas necesarias para elevar el nivel de
institucionalidad y reducir el nivel de corrupción en nuestros países.
Las actitudes
sociales básicas son las que se derivan de los valores sociales básicos de
nuestra cultura. Por consiguiente, de lo que se trata es de acercar la población
a los valores sociales básicos de nuestra cultura.
3.
La realización de una revolución política que permita la formación de una
confederación Estados latinoamericanos.
La razón de
ser de un partido bolivariano es trabajar en su propio país y en toda América
Latina con el proselitismo y las acciones que sean necesarias para alcanzar
estos tres objetivos.
1. En América
Latina es cada vez mayor la conciencia de la abismal diferencia entre ricos y
pobres, de la injusta distribución del ingreso y de la necesidad de mejorarla.
Cada día resulta más inaceptable las enormes desigualdades en la distribución
del ingreso.
Cada día es
mayor la conciencia, aún entre la clase empresarial, de que la mala
distribución del ingreso es responsable del estancamiento en el desarrollo
económico de los pueblos, pues no permite el crecimiento de la demanda agregada
y, por consiguiente, el desarrollo del mercado interno.
El momento
histórico está maduro en América Latina para iniciar una revolución económica
que permitan la redistribución del ingreso y dispare la productividad y el
desarrollo económico en nuestros países.
2. En América
Latina es cada vez mayor la conciencia de que la falta de institucionalidad es
responsable de una corrupción rampante que no permite el desarrollo económico.
Cada vez es
mayor la conciencia de que la falta de institucionalidad genera una intolerable
injusticia y trato desigual ante la ley para los pobres y los ricos. Que
la ley no se aplica en los ricos sino en los pobres. Que en las cárceles
no se ven nunca los ricos a pesar de que sus delitos de robo alcanzan sumas
astronómicas, sino que la cárcel está llena de pobres a veces por robarse una
gallina para comer.
Conciencia de
que las instituciones del Estado no funcionan y que la corrupción en la policía,
los tribunales, la legislatura y los funcionarios gubernamentales en general,
hacen inoperante el gobierno convirtiendo dichas instituciones en instrumentos
manipulados al servicio de los que tienen dinero y poder, dejando a las grandes
masas trabajadoras desprovista de ninguna protección y a merced de los que se
sirven mediante sobornos de las instituciones para burlarse de la ley y aplastar
los derechos del pueblo trabajador empobrecido. Conciencia de que ha llegado el
momento de hacer algo para acabar con la corrupción.
Conciencia de
que en este contexto de alto nivel de anomia social o corrupción la democracia
no funciona sino que está al servicio de los grandes intereses económicos que
financian las campañas de los políticos. La democracia se convierte en un
negocio donde los que tienen dinero compran vulgarmente el voto de los pobres a
favor de su candidato por una bolsa de comida o algunas regalías barata.
En este contexto la democracia no funciona y hace muy difícil que ascienda al
poder gente honesta que laboren por el bienestar del colectivo. Por el
contrario, la democracia sirve para que los que tienen poder económico financien
las campañas políticas de los próximos que habrán de acceder al poder para
saquear el erario y a la población empobrecida en general a través de los
aumentos en los impuestos al consumo que se habrán de utilizar para pagar los
préstamos del FMI que se roban los políticos y los que financian sus campañas.
Conciencia
de que la democracia no se ejerce en beneficio de las masas trabajadoras
empobrecidas sino en beneficio de los ricos que tienen poder para comprar la
legislatura, los políticos, los tribunales y los funcionarios gubernamentales en
general.
Conciencia de
que la mala distribución del ingreso o, lo que es lo mismo, el bajo nivel de los
salarios reales tienen su origen en que las leyes laborales las hacen los ricos
por encargo a los legisladores y son manipuladas por los ricos que compran a la
policía y a los tribunales a la hora de aplicarlas.
Cada día es
mayor la conciencia de que el nivel de institucionalidad y, por consiguiente, el
nivel de corrupción, más que ninguna otra variable, es el principal responsable
del subdesarrollo que padecen nuestros pueblos. Que el saqueo constante de los
políticos y empresarios inescrupulosos de las riquezas del país hace imposible
el desarrollo económico y mantienen al pueblo sumido en la miseria. Que la
compra de influencias hace imposible la competencia y, por consiguiente, impide
el funcionamiento de una economía de mercado eficiente. Que el poder
económico de la clase empresarial en la compra de funcionarios públicos y en la
legislatura hace imposible pasar legislación para mejorar la distribución del
ingreso.
El momento
está maduro para iniciar una revolución cultural que produzca la formación de
actitudes sociales básicas en la población que hagan posible mejorar el nivel de
institucionalidad y erradicar la corrupción rampante entre los políticos y los
empresarios inescrupulosos.
3. En América
Latina es cada vez mayor la conciencia de la necesidad de unirnos en una
confederación de estados latinoamericanos para conformar un mercado común, con
una moneda común y libre movilidad de los trabajadores entre nuestros pueblos.
Una confederación de Estados que permita expandir al máximo el potencial de
desarrollo económico que subyace en esa unión.
Cada día es
mayor la conciencia de la necesidad que tienen los países latinoamericanos de
aprovechar las ventajas de haber tenido un mismo origen histórico y compartir
una misma lengua, religión y cosmovisión y unirse en una gran nación con un
mercado común que permita la expansión de la demanda agregada y el desarrollo
económico.
El momento
está maduro para iniciar una revolución política que permita la materialización
del sueño bolivariano de una confederación estados latinoamericanos que haga
posible la creación de un mercado común entre todos los países de América
Latina.
Para llevar a
cabo las tareas anteriores es necesario la creación de partidos políticos en
cada país de América Latina que converjan en su quehacer político y coordinen
sus acciones hacia el logro de estos objetivos. A esos partidos políticos los
llamaremos, para distinguirlos de los demás, partidos bolivarianos, pues tienen
como objetivo la materialización del sueño de Simón Bolívar de una América
latina unida y progresista.
II De
La Proliferación De Partidos Bolivarianos Existe El Peligro Real Que Reinó En La
Época De Simón Bolívar De Que Se Generen Luchas Intestinas Y Divisionistas Que
Tienen Su Origen En El Afán De Asumir El Protagonismo Histórico
Ya se ven en
América Latina la presencia de organizaciones que tienen como objetivo la
formación de una confederación de Estados Latinoamericanos. Algunas de
ellas tienen una visión anárquicas sobre la forma de lograr su objetivo o tienen
ideas de pobre consistencia lógica o parten de teorías improvisadas. Detrás de
estas posturas se descubre muchas veces las ambiciones personales y los afanes
de protagonismo histórico que nos caracterizan y que otrora hicieran imposible
que Simón Bolívar pudiera materializar su sueño de una confederación de Estados
latinoamericanos. Nada puede salir de las posturas populistas que proponen que
de la participación espontánea de los pueblos y las organizaciones autónomas e
independientes habrá de salir un proceso revolucionario. De la anarquía sólo
puede salir el caos. La revolución requiere de la dirección de una vanguardia
disciplinada que represente a las masas y ordene y dirija el proceso
revolucionario.
Es por eso
que declaramos la necesidad de crear desde sus inicios los mecanismos para
evitar que la anarquía y las luchas intestinas malogren la obtención de nuestras
metas. Declaramos la necesidad de crear una organización supranacional
capaz de coordinar la lucha en todos los pueblos latinoamericanos para lograr la
redistribución del ingreso, el combate de la corrupción, la desigualdad ante la
justicia y la falta de institucionalidad y el establecimiento de una
Confederación de Estados Latinoamericanos.
Como se ha señalado, el
logro de esas metas requiere
de la creación de una organización supranacional que establezca las directrices
a seguir por los partidos políticos que en cada país se dediquen a
materializarlas. Es decir, el logro de las tres tareas propuestas
para América Latina requiere de la coordinación entre los partidos políticos de
los distintos pueblos de América Latina que se dediquen a la obtención de dichos
metas. En consecuencia, para no caer en la anarquía y el consecuente desarrollo
de luchas intestinas que nos desgasten y agoten nuestras energías y
nuestro tiempo, se hace imprescindible el establecimiento desde el principio de
una disciplina en cuanto a la forma en que se orientará el quehacer político y
las tareas que realizarán los distintos partidos políticos que se integren a la
organización supranacional a cargo de dirigir la lucha hacia los logros de los
tres objetivos trazados.
Es por eso
que sólo se considerarán partidos bolivarianos, según la definición de la
declaración de Santo Domingo, aquellos que suscriban dicha declaración y, por
consiguiente, sean acreditados y formen parte con derecho a voz y voto en el
congreso de partidos bolivarianos como organismo supranacional máximo de
dirección de la lucha en América Latina.
Las
organizaciones con propósitos o metas similares o análogas a las nuestras que no
suscriban la declaración de Santo Domingo serán consideradas organizaciones
hermanas, pero en aras de la unidad y para evitar el desarrollo de luchas
intestinas que fomentan la anarquía y terminan con la unidad de propósitos,
esencial para el logro de nuestras metas, no serán acreditadas como partidos
bolivarianos según la definición de la declaración de Santo Domingo.
III
La Definición de un Partido Bolivariano Será la Siguiente:
Definimos un
partido bolivariano como aquel que suscribe esta declaración y además establece
en su plataforma política cuatro compromisos programáticos:
1. El compromiso con una
redistribución del ingreso a favor de los trabajadores. Esto es, el compromiso
con aumentar, no el salario monetario, sino el salario real de los trabajadores.
2. El compromiso con la
lucha para fomentar la formación de las actitudes sociales básicas en la
población y, con ello aumentar el nivel de institucionalidad y, en consecuencia,
disminuir la corrupción en nuestros países. Entiéndase por actitudes sociales
básicas aquellas que se derivan de los valores sociales básicos de nuestra
cultura. De manera que, de lo que se trata es de acercar la población a los
valores sociales básicos de nuestra cultura.
3. El compromiso con la
materialización del sueño bolivariano de una confederación de estados
latinoamericanos dentro de un mercado común que abarque por el sur desde la
Patagonia y Tierra del Fuego en Argentina y Chile, hasta el Río Bravo por el
norte en México.
4. El compromiso de orientar
el quehacer político y emplear para el análisis de la realidad económica,
política y social de nuestros países las ideologías que se presentan en los
libros "La Teoría de la Distribución Óptima del Ingreso", “La Teoría de los
Senergicones" y "La Teoría del Nivel de Anomia Social", así como el compromiso
de aplicar la política y las orientaciones que se determinen en el seno del
Congreso de Partidos Bolívarianos para toda América Latina.
IV
La Definición de Congreso Bolivariano Será la Siguiente:
Con el
propósito de alcanzar los tres objetivos que promueve un partido bolivariano y
en especial el objetivo de lograr una Confederación de Estados Latinoamericanos,
se establecerá una junta directiva o Congreso de Partidos Bolivarianos con los
representantes de cada partido bolivariano que se establezcan. Dicha junta
determinará las orientaciones políticas que habrán de implementar los partidos
bolivarianos en sus respectivos países en su lucha por alcanzar el poder.
Cada país
tendrá un solo voto en el congreso de Partidos Bolivarianos y un mínimo de 5
representantes dicho congreso. Si los 5 representantes de un país votan a
favor de una resolución, el voto del país por la resolución se contará como 1.
Si 4 representantes de un país votan a favor de una resolución el voto del país
por la resolución se contará como 4/5 = .80. Si 3 representantes de un
país votan a favor de una resolución el voto del país por la resolución se
contará como 3/5 = .60 y así sucesivamente.
Los países
con un solo partido bolivariano tendrán 5 representantes del mismo partido.
Los países con dos partido bolivariano tendrán 3 representantes del primer
partido que se establezca y 2 del otro. Los países con tres partido
bolivariano tendrán 2 representantes de los primeros dos partidos que se
establezcan y 1 del otro. Los países con cuatro partidos
bolivarianos tendrán 2 representantes del primer partido que se establezca y 1
de los otros 3. Los países con cinco partidos bolivarianos o más
tendrán 1 representante por partido. Los países con x cantidad de partidos
bolivarianos tendrán x cantidad de representantes, es decir, un representante
por partido pero un solo voto por país. Si z representantes de un país con
x representantes votan a favor de una resolución el voto del país será z/x.
V Las
Tareas A Desempeñar Por El Congreso De Partidos Bolivarianos Serán Las
Siguientes
1. La primera
tarea de esa junta directiva o congreso de partidos bolivarianos será la
acreditación de los nuevos partidos bolivarianos que se formen y el
reconocimiento de sus representantes como miembros de la junta directiva o
congreso de partidos bolivarianos.
La junta
directiva tendrá como uno de sus deberes determinara la política de acción y los
objetivos a alcanzarse en cada campaña para América Latina visto como un todo.
Debido a las
distancias entre países y los insignificantes recursos con que se cuenta, las
reuniones de la junta directiva se harán al principio a través del Internet
empleando los foros de discusión que la tecnología existente permita
implementar.
2. La segunda
tarea de un partido bolivariano será la formación teórica de sus cuadros. Para
ello se deberán organizar seminarios, por lo menos una vez a la semana, donde se
estudie y discuta las ideologías científicas que se emplearán en el partido para
orientar su quehacer político y establecer el mensaje político que se le llevará
al pueblo para obtener su apoyo e ir ganando adeptos. Esas ideologías
científicas serán las mismas que orientarán los demás partidos bolivarianos que
existan tanto en el mismo país como en los demás países latinoamericanos. Para
evitar la anarquía e incapacidad de coordinación, ningún partido bolivariano
deberá emplear una ideología científicas que no sea aprobada para todos los
partidos en el seno del congreso de partidos bolivarianos.
Las
ideologías científicas aprobadas en este momento son:
1.
La teoría de la distribución óptima del ingreso
2.
La teoría de los Senergicones
3.
La teoría del nivel de armonía social
Estas teorías
pueden ser obtenidas del Internet en la dirección:
www.walter-bruckman.com
3. La tercera
tarea de un partido bolivariano será la creación de los instrumentos de difusión
de su mensaje político al pueblo. Por ejemplo, la creación de un periódico, un
sitio en el Internet donde divulgar noticias y mensajes, un plan de conferencias
e intervenciones en programas de radio y televisión donde exponer las ideas que
dan razón de ser al partido bolivariano y su plataforma política, etc.
VI
La Fundación Del Partido Bolivariano De La República Dominicana
Tomando en
consideración lo discutido anteriormente, el Bloque de avanzada Popular (BAPO)
se constituye desde este momento en un partido bolivariano adoptando el nombre
de Bloque de Avanzada Popular Bolivariano (BAPOB) subscribiendo esta declaración
e incorporando en nuestra plataforma política los cuatro compromisos que definen
un partido bolivariano según discutido en esta declaración.
Declarada hoy
15 de agosto de 2006 en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana.
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